01 mayo 2013

Condena al Obispado de Quilmes

Comentario sobre la difusión periodística de la condena al Obispado de Quilmes por el abuso de un menor por parte del sacerdote Rubén Pardo.

por Eduardo de la Serna


Siendo que la justicia ha condenado al Obispado de Quilmes a raíz del caso “Rubén Pardo” quisiera hacer algunas precisiones que me parece no son exactas en las informaciones periodísticas sobre el tema.

1. Obviamente conocía a Rubén Pardo. Su ordenación –si no recuerdo mal- fue un tema muy delicado y discutido ya que muchos se opusieron a ello, pero el hecho de que tuviera SIDA hacía muy difícil manejar la cosa a fin de evitar que se entendiera que se evitaba ese paso a raíz de su enfermedad discriminándolo. Siendo público y notorio el compromiso de la diócesis de Quilmes con las causas de los pobres, los derechos humanos y la búsqueda de justicia, es sensato pensar que la gran mayoría de los curas tomamos una actitud radicalmente crítica hacia Rubén. Un buen indicio de esto es ver cuántos curas fueron a su ordenación como cura. El escasísimo número es indicio de esto en este caso.

2. Mi relación con el obispo Stöckler fue muy pobre cuando no mala, por eso creo que afirmar que me parece que en este caso actuó muy bien y correctamente no puede ser interpretado de manera “corporativa”.

3. Por sobre todo creo que el tema y el punto de partida debe ser la víctima, el menor abusado en este caso. Algo sobre lo que no caben dudas. El dolor de una madre en este caso la exime de todo comentario, aunque a veces nos parezca injusta.

4. La información periodística sobre el accionar del obispado sí me parece parcial e injusta. No me preocupa la condena económica, pero sí creo que el Obispado no sólo actuó “conforme a derecho” sino que se hizo todo lo mejor posible. En favor de la víctima, en primer lugar, de la familia, en segundo lugar, y lo más duros posibles con Rubén Pardo, el cual no fue “ni escondido”, ni “relocalizado”, ni se “barrió bajo la alfombra”. La postura tomada por el obispado, tanto por el obispo como por los que fueron encargados del tema, me parece que fue la correcta. Y justa. Y durísima. Decirle a una persona: “te vas de acá, a un lugar donde no puedas hacer mal a nadie, mientras la justicia decide” no parece “tapar” las cosas.

5. Sin dudas que eso no quita que el obispado sea responsable del obrar de los curas, aunque de todos modos me pregunto si el obispado será responsable si yo robo, o mato. Sin dudas lo será si es sabido que soy ladrón o asesino y me envían a otro lado para “ocultar la cosa”, pero no me parece que este sea el caso.

6. La postura de los curas de la diócesis fue clara en el otro caso que tuvimos de abuso, que fue el de Héctor Pared. Cuando fue detenido, al tiempo el obispo Stöckler lo fue a visitar a la cárcel. Dijo que fue porque era “de los nuestros”. Muchos le recriminamos públicamente (en reunión de todos los curas con el obispo) que antes no haya ido a ver a las víctimas (los menores abusados; porque en este caso eran “varios”) ya que ellos eran más “de los nuestros” que el victimario. Nuestra actitud siempre fue y pretende serlo en favor de las víctimas.

7. Repito: en primer lugar mi mirada está en la víctima, el abusado; en segundo lugar no me preocupa la sanción económica (aunque perjudique a la diócesis) simplemente creo que es justo decir que el obispado obró bien. Con el menor y su familia y con Rubén Pardo. Y no estaría mal reconocerlo.

Nota:
A continuación ofrecemos el vínculo web con el articulo de la periodista Mariana Carabajal para el diario Página 12 que contiene los errores aclarados por Eduardo sobre el tema en cuestión.
 

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