21 abril 2011



VIA CRUCIS

(por ellos, para ellos)
Según el mensaje del Sto Padre Benedicto XVI en esta última
semana, en la que la Iglesia recuerda el dolor de María junto a la cruz dice:
“El Apóstol de los gentiles, en la Carta a los Filipenses, expresa el sentido de
la transformación que tiene lugar al participar en la muerte y resurrección de
Cristo, indicando su meta: que yo pueda «conocerle a él, el poder de su
resurrección y la comunión en sus padecimientos hasta hacerme semejante a él en
su muerte, tratando de llegar a la resurrección de entre los muertos» (Flp 3,
10-11). El Bautismo que recibimos, por tanto, no es un rito del pasado sino el
encuentro con Cristo que conforma toda la existencia del bautizado, le da la
vida divina y lo llama a una conversión sincera, iniciada y sostenida por la
Gracia, que lo lleve a alcanzar la talla adulta de Cristo.”
- En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo.

- Pésame Dios mío…
Oremos: Recibimos de manos de
un sacerdote el Bautismo, de otro la reconciliación y el alimento de la vida en
la Eucaristía, por eso en este vía crucis acompañaremos a María Dolorosa y
oraremos por los sacerdotes, por los más nuestros, por su santidad, en
reparación de sus faltas y con humildad pidiendo perdón por nuestros pecados
contra ellos.
PRIMERA ESTACIÓN: JESÚS CONDENADO A MUERTE, NUESTROS
SACERDOTES SON CONDENADOS POR LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y EL
PUEBLO
- Te adoramos Cristo y te bendecimos
- que por tu Santa
Cruz redimiste al mundo.
La condena que recibe Cristo, se sigue repitiendo en la vida,
con todo el peso del dolor que conlleva, de no ser aceptado, de ser despreciado,
encontrado falto en algo… sin embargo tenemos excusas para todos: que Pilato fue
cobarde, que el pueblo no sabía, que los soldados no creían…Los sacerdotes se
encuentran con esa condena casi todos los días, con miradas de sospecha, con
sonrisas de burla, muchas veces escuchamos o vemos esa desaprobación y seguimos
excusando…
Por el amor que le tienes a tus elegidos, Señor, ten piedad de
nosotros y de los que condenan.
Padre nuestro
SEGUNDA
ESTACIÓN: JESÚS CARGA LA CRUZ. EL SACERDOTE CARGA CON LOS PECADOS DE LOS HOMBRES
Y LOS PRESENTA EN EL ALTAR.
- Te adoramos Cristo y te bendecimos
- que por tu Santa
Cruz redimiste al mundo
Esa cruz de madera que Nuestro Señor cargó por nosotros, la
asumen cada día los sacerdotes cuando se acercan al altar para celebrar la Santa
Misa. Llevan en la mente y en el corazón los dolores de los hombres, los pedidos
que les han hecho de oraciones, los enfermos que atendieron, los agonizantes que
despidieron, los pecados que perdonaron… todo lo llevan para entregarlo a Dios
para que lo santifique.
Por la generosidad de su vocación, Señor cúbrelos de
tu amor y a nosotros muéstranos su dignidad

Gloria
TERCERA ESTACIÓN: CAE JESÚS
POR EL PESO DE LA CRUZ. LOS SACERDOTES CAEN POR EL PESO DE SU PERSONALIDAD,
TAMBIEN POR EL CANSANCIO Y LA SOLEDAD DEL SERVICIO.

- Te adoramos Cristo y te bendecimos
- que por tu Santa
Cruz redimiste al mundo
Nos encontramos la primera de las caídas de Nuestro Redentor,
tal vez fue una piedra lo que lo hizo tropezar… a nuestros sacerdotes le resulta
de obstáculo muchas veces el exceso de trabajo, la superficialidad de la gente
que los busca, tienta y abruma, sus propias facetas de ira, depresión, pereza o
las propias heridas de la vida.
Permite Señor, que frente a sus caídas
guardemos el mismo respeto silencioso que tenemos ante la caída de
Jesús.
Pésame…
CUARTA ESTACIÓN: LA SANTÍSIMA
VIRGEN SE ENCUENTRA CON SU HIJO JESÚS. ELLA CUIDA DE LOS SACERDOTES Y LOS
SOSTIENE EN SUS LUCHAS
 
- Te adoramos Cristo y te bendecimos
- que por tu Santa
Cruz redimiste al mundo
 
María salió al encuentro de su Hijo por si podía aliviarlo,
pero no la dejaron acercarse. Ella es la Madre de cada sacerdote y no deja de
acompañarlos en sus trabajos, dolores, decepciones. El Padre Bueno le permitió a
su Hijo amado, tener a María junto a la cruz. Desde ese día cuando un escogido
por el Señor sube al Calvario, junto a él se encuentra la Madre…
Madre, te
encomiendo especialmente a los sacerdotes de mi comunidad. Que perciban la
compañía de María en sus dolores y necesidades.
Ave
María
QUINTA ESTACIÓN: EL CIRENEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA
CRUZ. LOS SACERDOTES SON LOS BUENOS CIRENEOS DE NUESTRA
VIDA.
- Te adoramos Cristo y te bendecimos
- que por tu Santa
Cruz redimiste al mundo
 
Dios nos creó en comunidad y para la comunión, por eso
necesitamos tanto! de cireneos que nos ayuden a llevar la cruz, cuando se nos
hace muy pesada. Dice el evangelio que el cireneo seguía a Cristo con la cruz y
el pueblo lo seguía. Así sin sospecharlo cargando una cruz que no era la suya,
se hizo guía de un pueblo…
Los sacerdotes son los seres que por vocación,
están siempre disponibles para socorrer a las almas, para sostener, para
preservar, para purificar, para enderezar, para alegrar, para consolar, para
distribuir bienes espirituales y materiales. Ellos cargan cruces que no son
propias y según las llevan son guías del pueblo…Muchas veces ellos necesitan la
solidaridad de nuestra oración por ellos.
Concédenos Amado Dios la
generosidad de orar siempre por estos hombres que ejercen ante nosotros el
oficio del Verbo.
Padre Nuestro
SEXTA ESTACIÓN: LA
VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESUS. EL SACERDOTE NOS LIMPIA Y CONSUELA EN LA
RECONCILIACION.
 
- Te adoramos Cristo y te bendecimos
- que por tu Santa
Cruz redimiste al mundo
 
Lo que para la Verónica fue un regalo, (el recibir el Rostro
bendito de Cristo en su lienzo) el sacerdote lo hace con nosotros en cada
reconciliación, nos quita del alma con cuidado las manchas, nos devuelve el
Rostro de Cristo puro y limpio para que lo llevemos al mundo. Si tenemos alguna
enfermedad grave, vicio, cobardía, él la sana con su poder sacramental y
acrecienta en nosotros la fe y el amor.
Te damos gracias Señor por tener
sacerdotes que en tu nombre nos regalan los sacramentos, bendícelos con una
caridad ardiente y gozosa.
Ave María
SÉPTIMA
ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ. LOS SACERDOTES SON ATACADOS POR LOS FIELES
QUE LOS RODEAN.
 
- Te adoramos Cristo y te bendecimos
- que por tu Santa
Cruz redimiste al mundo
 
Ha vuelto a caer el Salvador! El peso de nuestros pecados por
segunda vez lo ha tendido en tierra. Jesús se ha ofrecido para reparar nuestras
culpas y son muchas, por eso ¡son muchas sus caídas y dolores!. Cada pecado
tiene su efecto y su perdón al soportarlo el Divino Reparador. Un peso que es
especialmente duro para el sacerdote es el ataque y la incomprensión de los que
tiene cercanos… Esos que forman la familia a la que Dios los ha prestado, para
su servicio por un tiempo.
Los que reciben de ellos, toda la fecundidad de su
ministerio son los que critican con mayor dureza…
Parecen fieras al
acecho.
Ten piedad de nosotros si hemos participado en estos acechos. Ten
piedad de las palabras vanas, de los gestos de condenación, del sarcasmo.
Protege a tus elegidos de la maldad de los fieles!
Padre
Nuestro

OCTAVA ESTACIÓN: JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES. EN
CADA SACRAMENTO EL SACERDOTE NOS ACERCA EL CONSUELO DE CRISTO Y SU TERNURA. 

- Te adoramos Cristo y te bendecimos
-
que por tu Santa Cruz redimiste al mundo

El detenerse de Nuestro Redentor en medio de su dolor
para consolar a las mujeres, es la acción sacerdotal más común y menos valorada…
Esas mujeres eran madres y Jesús se conmueve por su dolor y el de los hijos.
Cada familia con sus dolores está presente en esta estación para que Cristo se
detenga y los mire, y consuele…Los sacerdotes deben olvidar sus dolores propios
y confesar, dejar sus cansancios y celebrar los sacramentos que el pueblo les
pide, olvidarse de si y escuchar, consolar, acompañar… a tantas almas. Tienen
especial cuidado por defender la familia y la vida, ellos que van siguiendo a
Cristo!
Por cada gesto de amor y servicio de nuestros sacerdotes, derrama una
lluvia de bendiciones en su vida, te lo pedimos Señor!
Ave
María
NOVENA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ. LOS
SACERDOTES CAEN ABRUMADOS POR SU CONFIGURACION CON CRISTO, PARA NUESTRO
BIEN.

 
- Te adoramos Cristo y te bendecimos
- que por tu Santa
Cruz redimiste al mundo

 
La tercera caída de Jesús, fue la más dolorosa, ya cerca de
la cima del monte… Era parte del sublime bajar del Amado, del Cielo a la tierra,
de hombre a esclavo, portando la cruz de su martirio, ahora lo vemos besando la
tierra a la que ha bajado. Le quedan pocos abajamientos al Salvador y no dejará
ninguno por nuestro bien. Esta tercera caída, es como si quisiera abrazarnos,
acariciarnos en medio del polvo de nuestros pecados. El sacerdote vive lo que
celebra, Mamá Margarita dijo a su hijo Don Bosco: “comenzar a decir Misa es
comenzar a sufrir”. El elevar a Cristo para ser adorado y reconocer que “esa” es
mi carne y mi sangre, los hace otro Cristo, esta identificación trae
necesariamente para ellos la participación en los dolores de Redención, por eso
son los más queridos y cercanos al Corazón de Cristo.
Te pedimos tu gracia
para nuestros sacerdotes, para que lleguen a ser Cristo manso y humilde, con
todos los fieles.
Pésame
DÉCIMA ESTACIÓN: JESÚS ES
DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS. EL SACERDOTE SE DESPOJÓ DE SU FAMILIA, DE SUS
BIENES, DE SU PROPIA VOLUNTAD POR LAS ALMAS.

 
- Te adoramos Cristo y te bendecimos
- que por tu Santa
Cruz redimiste al mundo
 
En desnudez extrema está el Señor dueño del universo, los
ángeles lo contemplan y callan atemorizados, pero Jesús esposo amoroso ha venido
a buscar a su esposa, la humanidad, para llevarla pura y limpia a los brazos del
Padre. No dejará detalle sin probar su amor, ni despojo que vivir… A sus
elegidos los sacerdotes, los invita a seguirlo por los mismos caminos y les
muestra la manera de configurarse con El. Ellos que fueron invitados a dejar su
familia, su tierra, sus bienes, poco a poco el mismo Señor que es el Amante y el
Amado los va despojando de su yo, última reliquia que les quedaba y en algún
momento de su vida dirán como Pablo: “no soy yo el que vive, es Cristo que vive
en mi”
Te pedimos Padre Bueno que concedas a nuestros sacerdotes una
fidelidad alegre en el servicio que tu les
señales.
Gloria
UNDÉCIMA ESTACIÓN: JESÚS ES CLAVADO
EN LA CRUZ. EL SACERDOTE ESTÁ CLAVADO EN SU SERVICIO Y ENTREGA POR LAS ALMAS,
ENTREGA QUE ES PARA SIEMPRE.

 
- Te adoramos Cristo y te bendecimos
- que por tu Santa
Cruz redimiste al mundo
 
El pecado fue desobediencia y negación de escuchar la dulce
voz de Dios, esa falta de obediencia y escucha, la repara Cristo clavado por
amor a la cruz, buscando la voz del Padre. Dicen que por buscarlos a los más
escondidos se trepó al madero y abrazado a él, nos gritó su sed, con infinita
ternura. Cristo obedeció hasta la muerte sin moverse, ni negarse a cumplir en
totalidad la Voluntad Divina. El sacerdote misteriosamente es clavado en su
servicio eclesial, y ahí queda fijado hasta que la obediencia lo manda a otro
lugar, su entrega a las almas es definitiva y total y sobre todo para
siempre.
Por la necesidad de nuestras almas de un guía que enseñe, un padre
que perdone y alimente, danos sacerdotes santos y a los que tenemos llévalos a
la santidad.
Padre Nuestro
DUODÉCIMA ESTACIÓN: JESÚS
MUERE EN LA CRUZ POR AMOR A MI. EN CADA EUCARISTÍA EL SACERDOTE MUERE CON CRISTO
POR LAS ALMAS QUE SE LE ENCOMIENDAN.
 
- Te adoramos Cristo y te bendecimos
- que por tu Santa
Cruz redimiste al mundo
 
Después de ofrecer la salvación al ladrón arrepentido, y
darnos las últimas palabras, inclina el Señor su cabeza y entrega su Espíritu.
No lo entrega al Padre como los moribundos, lo sopla sobre María y la nueva
Iglesia reunida en Juan y las mujeres… Es un anticipo de la Pascua, de
Pentecostés. La muerte no tiene la última palabra, la tiene la Vida que se
dona!
Vuelve con su aliento al paraíso de donde parte el pecado y la muerte,
vuelve con su amor fiel a dar Vida. Repitiendo el amor de una vocación de
entrega total, el sacerdote en cada Eucaristía muere con Cristo por las almas y
les da vida abundante en la Palabra y su Cuerpo, los congrega en unidad para que
derramen vida en los caminos del mundo.
Te pedimos Señor la gracia de conocer
los misterios de amor que vivimos y para tus sacerdotes que experimenten tu
ternura, creciendo en el amor en cada gesto sacerdotal que
realicen.
Pésame
DECIMOTERCERA ESTACIÓN: BAJAN DE LA
CRUZ A JESUS Y SE LO DAN A MARÍA. EN CADA EUCARISTÍA EL SACERDOTE NOS ENTREGA A
JESÚS.
 
- Te adoramos Cristo y te bendecimos
- que por tu Santa
Cruz redimiste al mundo
 
La espada de dolor que desde la Presentación estaba en el
corazón hincada, ha penetrado más hondo todavía, y se convirtió en lanza que
abrió el Corazón de su Hijo. Ahora su fiat se refiere al abandono de su Hijo y
el acoger al discípulo como hijo nuevo.
Con la misma docilidad y ternura, en
cada Misa el sacerdote nos entrega el Cuerpo de Cristo, nos alimenta y se
transforma para nosotros en Padre que nutre, enseña, defiende y limpia.
Sintiéndose amado y unido con el Verbo, se hace para cada alma fuente de vida
eterna.
Bendice Señor a todos tus sacerdotes para que acrecienten su fe en el
don recibido con la ordenación sacerdotal y su gozo de vivirlo cada
día.
Ave María
DECIMOCUARTA ESTACIÓN: JESÚS ES
SEPULTADO Y RESUCITA GLORIOSO. EL SACERDOTE CON SU VOCACION NOS ACTUALIZA LOS
MISTERIOS DE LA SALVACIÓN.
 
- Te adoramos Cristo y te bendecimos
- que por tu Santa
Cruz redimiste al mundo
 
Los fieles junto con María han depositado a Cristo en el
sepulcro, la Iglesia y la creación entera esperan en silencio. Cristo ha
obedecido al Padre en toda su Voluntad, hasta consumar la vida en oblación.
Gimió al padre en Getsemaní y fue escuchado por su Padre que no lo dejó en ese
sepulcro… El Padre que siempre lo engendra, le da un cuerpo glorioso por ese de
carne, que Cristo le ha devuelto en la cruz. El cuerpo glorificado, que es Luz
de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, no puede ser sujeto por una piedra, ni
detenido por un cenáculo cerrado, Jesús glorioso que se hace caminante, comensal
y amigo! De la misma manera el sacerdote hace presente en el mundo los tesoros
de la fe, es protagonista de la salvación, que pasa por su propio cuerpo, por su
voz, por sus manos. Sin sacerdocio, no hay Eucaristía ni accedemos al
perdón!
Amado por acercarnos a contemplar los misterios vividos por tu Hijo,
ten piedad de nosotros y de nuestros sacerdotes, dales una santidad gozosa y
profunda del que sabe y vive el secreto de la Vida abundante!!
Gloria
Frente a Cristo vivo y resucitado
en el Sagrario, le ofrecemos este ejercicio de piedad y el mejor propósito de
vivir la semana Santa en unidad con la Iglesia, por nuestra familia, por la
sociedad…
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna. Amén.


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