13 marzo 2009

El Arte de comunicarte con tus hijos

Todos los padres sabén que no puedén ser amigos de sus hijos, y no lo digo para amargarlos el día sino, y fundamentalmente, porque los roles de padre/madre y de amigo/a no son compatibles. Pero, si por una vez te permitieran ser amigo/a de tus hijos ¿Cómo los tratarías? ¿Cómo a tus amigos? ¿Un amigo/a te permitiría que estuvieras todo el día sermoneándole, amonestándole, criticándole, corrigiéndole, controlándole….? Si la mayoría de los padres trataran a los hijos igual que tratan a los amigos, las relaciones con ellos mejorarían considerablemente. Y si tratasen a sus amigos como tratan a sus hijos... las relaciones de amistad posiblemente se deteriorarían y perderían a sus amigos. De cómo nos comunicamos y tratamos a los hijos voy a hablar hoy. Según la teoría de la comunicación hay cuatro componentes para que se produzca el fenómeno de la comunicación. Estos son:



COMPONENTES DE LA COMUNICACIÓN
CANAL
EMISOR-->RECEPTOR
Codifica<--Decodifica
Decodifica Codifica

CONTEXTO
Emisor: Quien emite un mensaje por un canal determinado y en un contexto determinado.
Receptor: Quien recibe un mensaje del emisor por un canal y un contexto y se lo reenvía al emisor.

Canal: Verbal, gestos, posturas, escrito.

Contexto: Casa, colegio, despacho director/a, habitación, solo/ acompañado.Todos los componentes son importantes, pero de todos ellos uno tiene una relevancia, si cabe, mayor, y es el receptor. Para que haya una buena comunicación es necesario que haya alguien que sepa escuchar y escuchar bien, es decir, de un modo activo e interesado, con capacidad para devolver el mensaje y que el emisor se sienta comprendido, acogido, escuchado, atendido, que perciba que tú has captado la importancia que para él/ella le supone lo que te está comunicando. Si quieren que sus hijos se comuniquen con ustedes es necesario que sean unos buenos oyentes de todo lo que ellos les quieren comunicar. Y se escucha no sólo con los oídos, sino también con la mirada, con el cuerpo, con tu mente, con tu corazón… con todo tu ser. A esto le llamamos la escucha activa.


Características de la escucha activa y comprensiva


• Dar señales verbales y no verbales de escucha.

• Asegurar la atención del interlocutor, comunicándole interés por lo que está diciendo.

• Recibir y no emitir. No interrumpir el discurso del interlocutor.

• Evitar “adivinar” lo que el otro va a decir.

• Identificar las expresiones y sentimientos del que está emitiendo. Establecer empatía y comprender sentimientos.

• Centrarse en el tema y salvar la persona. Evitar juicios o soluciones prematuras.

• Evitar contra argumentar.

• Negar la existencia del problema: compadecer, consolar, tranquilizar, proteger constantemente.

• Interrogar constantemente.

• Evitar respuestas del tipo: “Ahora no es el momento de hablar de esto”.


Formas de comunicación negativa
Decir cosas que fastidian: insultos, burlas, comentarios duros o degradantes. Utilización de ironías, sarcasmos, risitas, muecas,... Acusar y/o culpabilizar. Interrumpir frecuentemente. Defenderse y justificarse en exceso. Comunicar bajas o nulas expectativas. Leer el pensamiento. “Echar charlas” sobre todo en público. Declaraciones del tipo “deberías...”. Hablar su argot para obtener su aceptación. Trasladar la idea de que estamos por encima de ellos y que “cuando ellos van, nosotros estamos de vuelta”. Señalar “qué es lo malo de él/ella”. Establecer normas mediante amenazas. Prometer lo que no estamos dispuestos a cumplir.
Cómo escuchar a tus hijos
- No saques conclusiones precipitadas. Escucha todo lo que tengan que decirte.
- Presta atención cuando te hablen. Concéntrate en ellos. No hagas mil cosas al mismo tiempo.
- Distánciate de lo que ellos sienten. No te dejes llevar por los sentimientos y actitudes que toma tu hijo en ese momento.
- Expresa tus emociones con palabras. Si lo haces así, tu hijo te entenderá más y además te imitará.
- Cuando tú miras a tu hijo y mantienes una actitud adecuada, le estás demostrando que sabes escucharle.
- Trata a tu hijo igual que tratas a tu mejor amigo.
- El respeto mutuo implica aceptar los sentimientos de tu hijo.
Cómo comunicarse en la familia
- Con los niños: Atendiéndoles, escuchándoles, sin censurarles, dándoles la importancia que para ellos tiene aquello que está comunicando, sin adelantarle nada que no pregunten.
- Con adolescentes: Sin prestar una atención “descarada”. Escuchando como quien “no escucha”. Sin dejar de hacer lo que estamos haciendo. Sin ánimo de aconsejar aunque te mueras de ganas de decirle lo que tiene que hacer. Dejándoles elegir. Dejándoles equivocarse. Hablando de la cosa más sublime como si se tratase de lo más trivial. Y... cuando ellos quieran (sin forzar).
- Con jóvenes: Con claridad y sinceridad. Expresando los sentimientos. Preguntando por las alternativas de solución. Proponiendo alternativas de solución. Negociando y llegando a acuerdos claros, ejecutables y evaluables.
Termino, no sin antes animaros a aprobar esta asignatura que, tradicionalmente ha sido de los “huesos”, pero que con un poco de ánimo, disposición a dedicarle tiempo y poniéndoos manos a la obra, seguramente podremos superar los “exámenes” que la vida de familia y la relación con los hijos nos deparan a diario. ¡¡Ánimo y suerte!!



No hay comentarios: