Jerusalén (Tierra Santa) (AICA):
Esta mañana, el papa Francisco se abrazó con sus amigos argentinos, el
rabino judío Abraham Skorka y el musulmán Omar Abboud frente al Muro de
los Lamentos en Jerusalén, en una escena que ya fue denominada como el
“abrazo de las tres religiones”. Luego de rezar ante el Muro de los
Lamentos y depositar un Padre Nuestro escrito en español de su puño y
letra, Francisco, Skorka y Abboud, ex secretario general del Centro
Islámico de la Argentina, se unieron en un simbólico abrazo.
Esta mañana, el papa Francisco se abrazó con sus amigos argentinos, el
rabino judío Abraham Skorka y el musulmán Omar Abboud frente al Muro de
los Lamentos en Jerusalén, en una escena que ya fue denominada como el
“abrazo de las tres religiones”.
En la explanada del Muro de los Lamentos, con fuertes medidas de seguridad, el rabino jefe de Jerusalén y otras autoridades le dieron la bienvenida al Santo Padre. Se trata de una parte de la pared de sostén de la explanada del Templo de Salomón, destruido en la época romana.
Un joven rabino le explicó al Santo Padre la historia de la construcción del Templo de Jerusalén. “El palacio más bello que la historia de Israel haya conocido en su historia”, indicó. E ilustró también sobre su destrucción. Lo hizo utilizando una serie de maquetas. Y a continuación el rabino jefe de Jerusalén dirigió unas palabras.
Después el Santo Padre se acercó al Muro de los Lamentos, rezó algunos minutos en silencio, con una mano apoyada en el Muro y depositó un mensaje escrito, que contenía el Padre Nuestro y una oración inspirada en parte del salmo 122, en una de las fisuras del muro.
"¡Qué alegría cuando me dijeron: 'Vamos a la Casa del Señor'! Nuestros pies ya están pisando tus umbrales, Jerusalén”, añadiendo: "Con estos sentimientos de alegría hacia mis hermanos mayores, vine y pido al Señor la gracia de la paz".
Al concluir su oración, todos pudieron ver el emocionante abrazo entre el Santo Padre, el rabino Abrahán Skorka y Omar Abboud. Los tres son amigos y mantenían una relación cercana cuando Francisco aún era arzobispo de Buenos Aires.
Un sueño que ellos tuvieron en la Argentina durante el diálogo interreligioso que mantuvieron durante años, era esta visita en Tierra Santa. El abrazo que protagonizaron es símbolo de que la paz y la amistad entre personas de las tres religiones es posible.
“Francisco y yo hemos soñado con encontrarnos juntos frente al Muro de las Lamentaciones en el Templo de Jerusalén, abrazarnos”, había dicho Skorka al padre Antonio Spadaro, director de la revista La Civiltá Cattolica en una entrevista publicada el 17 de mayo.
“Cuando el cardenal Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa, para mí era claro que nuestra amistad debía hacerse pública”, dijo Skorka. “Era necesario, a causa de los siglos de discordia entre judíos y cristianos y a que muchas veces la violencia se sobrepone al diálogo”, indicó.+
En la explanada del Muro de los Lamentos, con fuertes medidas de seguridad, el rabino jefe de Jerusalén y otras autoridades le dieron la bienvenida al Santo Padre. Se trata de una parte de la pared de sostén de la explanada del Templo de Salomón, destruido en la época romana.
Un joven rabino le explicó al Santo Padre la historia de la construcción del Templo de Jerusalén. “El palacio más bello que la historia de Israel haya conocido en su historia”, indicó. E ilustró también sobre su destrucción. Lo hizo utilizando una serie de maquetas. Y a continuación el rabino jefe de Jerusalén dirigió unas palabras.
Después el Santo Padre se acercó al Muro de los Lamentos, rezó algunos minutos en silencio, con una mano apoyada en el Muro y depositó un mensaje escrito, que contenía el Padre Nuestro y una oración inspirada en parte del salmo 122, en una de las fisuras del muro.
"¡Qué alegría cuando me dijeron: 'Vamos a la Casa del Señor'! Nuestros pies ya están pisando tus umbrales, Jerusalén”, añadiendo: "Con estos sentimientos de alegría hacia mis hermanos mayores, vine y pido al Señor la gracia de la paz".
Al concluir su oración, todos pudieron ver el emocionante abrazo entre el Santo Padre, el rabino Abrahán Skorka y Omar Abboud. Los tres son amigos y mantenían una relación cercana cuando Francisco aún era arzobispo de Buenos Aires.
Un sueño que ellos tuvieron en la Argentina durante el diálogo interreligioso que mantuvieron durante años, era esta visita en Tierra Santa. El abrazo que protagonizaron es símbolo de que la paz y la amistad entre personas de las tres religiones es posible.
“Francisco y yo hemos soñado con encontrarnos juntos frente al Muro de las Lamentaciones en el Templo de Jerusalén, abrazarnos”, había dicho Skorka al padre Antonio Spadaro, director de la revista La Civiltá Cattolica en una entrevista publicada el 17 de mayo.
“Cuando el cardenal Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa, para mí era claro que nuestra amistad debía hacerse pública”, dijo Skorka. “Era necesario, a causa de los siglos de discordia entre judíos y cristianos y a que muchas veces la violencia se sobrepone al diálogo”, indicó.+
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