20 agosto 2012

Saludo de Mons. Lozano

Saludo de Mons. Lozano , en letra mas clara. Si alguno no lo puede visualizar, avísennos que lo mandamos x mail

Catequistas se necesitan 18/08/12 |Por monseñor Jorge Eduardo Lozano (*)


Esta semana se celebra el Día del Catequista. Ellos desarrollan una tarea irrenunciable. ¡Qué sería de nuestras comunidades sin catequistas! ¡Qué sería de la Iglesia!
Ser catequista es tener una vocación, un llamado. Jesús mismo les convoca en su Iglesia, y por medio de ella.
Después de la resurrección, el Señor reunió a los discípulos y les dijo: “Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo”. (Mt. 28, 19-20)
Este mandato-envío de Jesús es para todos los bautizados. Los catequistas asumen esta misión en nombre de la Iglesia.
Vos, catequista, realizás un hermoso y enorme servicio a la Iglesia y a la sociedad.
A la Iglesia porque colaborás en la evangelización, en la educación en la fe, en la pertenencia a la comunidad cristiana. A la sociedad, porque necesitamos hombres y mujeres que aprendan a jugarse por la verdad y la justicia; a mirar a los demás como hermanos y al Planeta como casa de toda la familia humana. Tu servicio busca que cada niño, joven, familia abra el corazón al amor de Dios, lo mejor que nos puede pasar en la vida.
En el Documento conclusivo de la Asamblea de obispos realizada en Aparecida —Brasil— en el 2007, se dice: “Ser discípulo es un don destinado de crecer. La iniciación cristiana da la posibilidad de un aprendizaje gradual en el conocimiento, amor y seguimiento de Jesucristo. Así, forja la identidad cristiana con las convicciones fundamentales y acompaña la búsqueda del sentido de la vida”. (DA 291)
Necesitás hacer el camino de discipulado junto a tus hermanos en el seguimiento de Jesús. Escuchar, acoger y contemplar la Palabra de Vida que tenés que comunicar. Rezar, compartir. Formarte para conocer más y fortalecer tu vocación exigente.
Tenés la gran misión de compartir tu fe y ayudar a creer; esto es a encontrarse con Jesús. La Carta de San Juan lo expresa bellamente: “Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida, es lo que les anunciamos” (I Jn 1,1) . Y sigue diciendo la Carta “para que vivan en comunión con nosotros” y “nuestra alegría sea completa”.
La fe nos colma de alegría, pero no es “completa” hasta que no la compartimos.
La misión es hermosa, pero también exigente y por momentos ardua. La falta de respuesta proporcionada a los esfuerzos, la poca participación de algunas familias, o las dificultades en la comunión, suelen ser piedras en el camino. No te dejes doblegar por la decepción o ante las incomprensiones. El Señor nos llama a mirar los frutos más que los resultados. La misión es sembrar; los frutos tal vez no los veamos nosotros. Debemos provocar el Encuentro entre cada catecúmeno y Jesús. Y el camino requiere del misterioso intercambio entre la gracia de Dios y la respuesta libre de cada uno.
El contexto en que se desarrolla tu vocación es variado: la parroquia, capilla, escuela, cárcel, universidad, hospital, ciudad, campo; con niños, jóvenes, adultos... Pero siempre la misma certeza: Dios nos llama para ser sus testigos y preparar el camino para el encuentro.
Yo también soy catequista. Compartimos la misión y el envío. Mi fidelidad necesita de la tuya, y viceversa. Gracias por tu respuesta generosa. Tengamos también un momento de memoria agradecida por quienes nos ayudaron en la vida a crecer en la fe.
Mañana tenemos una instancia importante en este camino de Asamblea diocesana que estamos recorriendo. Recemos y renovemos el compromiso del lema que nos congrega “Seamos uno para que el mundo crea”. Con mi cariño y bendición.

(*) Monseñor Jorge Eduardo Lozano es obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social.

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