07 mayo 2012

El pez sin samaritano

El pez sin samaritano


He aquí que un pez es arrojado a la playa por una ola. El mar está muy picado. Por mas intentos que hace, no puede volver al agua. Un señor muy bien vestido, portando un maletín pasa por allí. Es un ejecutivo.

-¡Eh, oiga! Por favor, un momento...¿me podría ayudar? Estoy fuera del agua y....

-Si, quisiera ayudarte, pero voy rápido a buscar un crédito para la asociación. Lo siento.

-La verdad que eso suena a causa noble, evidentemente, y no puede perder tiempo –quiere justificarlo el pez.

Alguien se acerca. Es un varón.

-¡Oiga, oiga! –a ver si este me echa una mano-

¡Oiga! Por favor, ¿puede devolverme al agua?

-¡Es que, es que yo, yo no sé, si tal vez yo tuviera....

-No importa, utilice un palo o cualquier cosa o empújeme con el pie- precisa el pez.

-A ver, si lo tiro al agua, él puede.....pero también si no lo tiro probablemente....pues...yo no sé...

-¡Vaya! Este es un hombre que mira demasiado los "pros" y "los contras". Quiso ayudarme, es obvio. Si se hubiera dado cuenta de que se me está haciendo un poco difícil respirar.....-musita el pez que sigue buscando ayuda.

Una mujer se avecina.....

-¡Señora! ¡Perdóneme, pero....estoy en apuros porque ...aquí fuera del agua...y yo necesito cuanto antes volver al mar! ¡Es más, tiene que ser cuanto antes porque comienzo a tener dificultad, dificultad de respirar!

-¡Oye! Pero antes de echarte una mano, ¿has pensado si tienes tú alguna culpa en esto que te está pasando? Porque claro, una vez que vuelvas al agua, ¿qué vas a hacer para que esto no suceda de nuevo? Pues no vas a estar dependiendo siempre de los demás, porque sería perjudicial. Y claro, ¿has pensado también que puedes hacer para ayudarte a ti mismo? Mira, yo volveré dentro de un rato para saber qué has pensado de todo esto.

-¡Mira que si yo tengo la culpa! No había caído en eso. Me parece que esta señora sabe muchísimo más que yo –se dice el pobre pez.

Pero, aunque el tiempo juega en su contra, ¡no hay que desesperar! Un hombre entrado en años se aproxima. El pez sumamente angustiado mendiga de nuevo la ayuda vital.

-¡Ay, ay, ay, me siento....si no puedo pensar, si no veo nada a mi alrededor! ¡Auxilio, auxilio! ¡Señor, ayúdeme por favor!

Pero el hombre no oye nada. Mira al mar y piensa:

-¡El mar es cruel cuando se pone bravo!

Y el pez lo ve alejarse y...muere.

La playa se queda en silencio durante un buen rato. Al subir la marea, una ola amigable lleva al pez otra vez hacia el mar.

Y la mujer que prometió volver, vuelve.

-¡Ya sabía yo que cuando uno lo necesita, se las arregla solo!

(de "Cuentos con valores", Mateo Bautista, SAN PABLO)



Para la reflexión personal y grupal:

-¿Que sensaciones nos generó este relato?

-¿Encontramos similitudes y diferencias entre el cuento y la parábola del samaritano? ¿Cuáles?

-¿Analicemos los personajes que cruzan al pez necesitado: el ejecutivo, el hombre, la mujer, el anciano....¿de que manera reacciona cada uno ante el caso del que sufre?

-¿Cómo reaccionaríamos en un caso similar? ¿nos sentiríamos identificados con alguno de estos personajes?

-¿A quién consideramos habitualmente nuestro prójimo? ¿a todos nuestros hermanos? ¿o solo a aquellos "mas cercanos" a nuestro corazón o nuestros intereses?

-¿Nos cuesta ser "buenos samaritanos"? ¿por que? ¿por prejuicios? ¿por "teorizar" lo que deberíamos llevar a la práctica mas fácilmente?

-¿Qué nos enseñó Jesús al respecto?

No dejen de enviar sus comentarios y reflexiones...

No hay comentarios: