El pasado sábado
19 de noviembre, unas 700 personas se acercaron al Cruce Varela para
vivir la XVI Misa de la Esperanza, que este año tuvo como
característica, cerrar los homenajes en memoria agradecida por los 10
añós de fallecimiento de Mons. Jorge Novak.
Bajo el lema «Padre Obispo Jorge Novak, amigo de
Dios y de los pobres» sacerdotes y diáconos de la Diócesis de Quilmes
concelebraron esta Eucaristía, organzada por la Pastoral Social
diocesana, que presidió Mons. Luis Stöckler, Administrador Apostólico y
Obispo emérito de Quilmes.
Una inmensa gigantografía con un retrato de
Mons. Novak fue el fondo del escenario, junto con otro retrato pintado
sobre tela que colgaba a los pies de la estructura que oficiaba de
altar.
En su homilía, Mons. Stöckler resaltó la figura
de su predecesor: “A los 10 años de la partida del Padre Obispo Jorge
Novak la Diócesis de Quilmes quiere volver a hacer memoria agradecida en
la XVI Misa de la Esperanza (...) Todos los años en el Cruce Varela,
desde hace 16 años, todas las comunidades diocesanas son invitadas por
el obispo a clausurar el año litúrgico con una mirada esperanzadora de
la realidad”.
Puntualmente este año, Mons. Stöckler pidió a
todos aquellos que conocieron a Mons. Novak, que escriban todos aquellos
testimonios que les dejó el primero obispo de Quilmes: “En los
testimonios se atestigua que era un hombre de oración y tenía una
empatía con los pobres, porque su familia era una familia pobre y
trabajadora. Él amaba a los pobres”.
Durante la homilía el viento comenzó a soplar
con gran fuerza. Es así que, terminada la liturgia de la Palabra, el
personal de Defensa Civil de Florencio Varela sugirió suspender la
celebración. Era impresionante la manera en que se sacudían las lonas
que rodeaban el escenario y las torres de sonido que se encontraban
colgadas en los laterales de la estructura en grandes armazones de
hierro.
La gente bajo los paraguas pedía "que siga",
pero ante el peligro que implicaba semejante estructura en medio de la
tormenta de viento, el obispo invitó a los fieles a reunirse y culminar
la celebración debajo de la “Carpa Misionera” que durante toda la semana
estuvo allí emplazada.
Allí, debajo de las lonas, el obispo invitó a
hacer una “comunión espiritual” que es “la comunión que hacen las
personas que se encuentran imposibilitadas de acercarse al templo a la
misa y que, luego de escuchar la Palabra, con las fuertes ganas de
recibir a Jesús, hacen una oración que los acerca espiritualmente al
sacramento”.
Es así, que luego de una oración a viva voz —ya
que en la carpa no se pudo improvisar ningún sonido— la gente hizo su
comunión espiritual, y luego la bendición final que dio por terminada la
celebración.
Carpa Misionera
Particularmente este año —en memoria
agradecida a Mons. Jorge Novak— durante toda la semana previa a la XVI
Misa de la Esperanza, como símbolo de la pastoral del primer obispo de
Quilmes, se instaló una Carpa Misionera . En el principal punto
geográfico de la diócesis (en el Cruce Varela confluyen los partidos de
Berazategui, Florencio Varela y Quilmes), esa estructura fue signo de
los 4 ejes de la pastoral diocesana: opción preferencial por los pobres,
misión, derechos humanos y ecumenismo.
Del lunes 14 al sábado 18 la Carpa Misionera
estuvo abierta desde las 8 de la mañana y contó con encuentros de
reflexión y celebraciones. |
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