10 mayo 2011

11 de mayo recordamos la partida de Ceferino Namuncurá a la Casa del Padre

En el link http://amigosdeceferino.blogspot.com/2008/08/la-vida-de-ceferino-namuncura-exalumno.html
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DE LA TOLDERÍA A LOS ALTARES LA VIDA DE CEFERINO NAMUNCURÁ - Exalumno de D.Bosco

y te invitamos a sumarte a este grupo de los AMIGOS DE CEFERINO NAMUNCURA en Facebook.

Roma, 11 de mayo de 1905

Ceferino está tan mal que ya nadie tiene dudas acerca de su cercana muerte. El 28 de marzo es internado en un hospital de Roma que está ubicado en una isla del Tiber, la de San Bartolomé. Lo atienden los Fatebene Fratelli, o sea, los Hermanos de San Juan de Dios.
Lo asiste un notable profesional, el Dr. José Lapponi, que es médico personal del Papa. Le brinda gran afecto al tiempo que se admira por su virtud, criterio y coraje ante los sufrimientos que le causa la enfermedad.
Durante estos meses, Ceferino escribe algunas cartas y numerosas esquelas o postales a sus padres y amigos de la Argentina aunque, seguramente para no hacerlos sufrir, nada les dice acerca de la proximidad de su muerte.
Llega el mes de mayo; su fin es cuestión de días. Ceferino casi no duerme pero, tose, tose, . . . En la noche del 10 se agrava notablemente, su deceso es inminente. Se le administra la Unción de los enfermos.
A las seis de la mañana del 11 de mayo, en la Roma eterna, no lejos de las ruinas del Circo romano, regado con la sangre de tantos cristianos mártires de la Fe, el alma del pobre indiecito que soñara durante siete años llegar a ser sacerdote salesiano para evangelizar a sus hermanos de la Patagonia, vuela hacia el Señor, en un aniversario del nacimiento de Fray Mamerto Esquiú.
Al día siguiente, algunas pocas personas acompañan al
descendiente de los Piedra al cementerio de Campo Verano. A la sombra de bellos cipreses se cava su tumba donde se destaca solamente una pobre cruz de madera y un cartel de latón donde se han escrito estas palabras: Zeffirino Namuncurá, d´anni 18, morto a Roma el 11 maggio 1905.
Poco tiempo después, monseñor Cagliero se entrevista con Pío X. El Santo Padre que “ama con particular cariño y muestras de predilección” a Ceferino le pregunta por él. “¡Cómo se apenó su corazón – dice el futuro cardenal – cuando oyó que los ángeles, cual hermano querido se lo habían llevado al Paraíso!” El Papa elevó los ojos al cielo y expresó: ”¡Era una bella esperanza para las misiones de la Patagonia, pero es ahora y será su más válido protector!”
Don Manuel recibe la noticia a través del padre Valentín Bonetti, en sus ranchos del Aluminé y poco después se presenta en el colegio Pío IX con dos de sus hijos, uno de los cuales es lenguaraz.
Como es mediodía, los invitan y acepta compartir el frugal almuerzo. Al finalizar, Namuncurá se pone de pie y pronuncia un discurso que su hijo traduce. “Mucho he sentido -dijo el cacique- la muerte de mi querido hijo, lejos de la patria, sin tener el consuelo de abrazarlo y darle el último adiós. Pero me consuela que lo haya hecho por mí el inolvidable monseñor Cagliero y los salesianos que lo asistieron. Resignado en mi dolor, acatando la disposición de Dios, no tengo sino palabras de reconocimiento hacia los salesianos que lo educaron. Y lo mismo sus hermanos, mis hijos”.
Estas palabras comunes y sencillas, en labios de quien dirigió malones que causaban estragos entre las poblaciones de la frontera, impresionaron profundamente en el espíritu de quienes
las escucharon. Son los milagros que solamente Dios produce.
Ha muerto “el lirio de la Patagonia”, pero su nombre y el recuerdo de sus virtudes vivirán para siempre.
En Roma comienzan los homenajes. Un salesiano que lo amaba y admiraba se ocupa de su tumba. El día de los muertos lleva a un grupo de niños del Hospicio Sagrado Corazón, esparcen flores sobre ella, rezan algunas oraciones, les cuenta la vida del indiciecito y lo propone como modelo.
Pronto comienza a producirse un movimiento en su favor; se reúnen sus cartas, anécdotas y opiniones acerca de su vida y sus virtudes. El 6 de mayo de 1915 se exhuman sus restos y se los coloca dentro de una urna de zinc.
Y un día de junio de 1924, en el vapor Ardito, Ceferino vuelve a la Argentina. Una fría pero apacible tarde de invierno, cien jóvenes aspirantes del colegio de Fortín Mercedes lo conducen hasta la capillita ubicada a orillas del río Colorado.
Muy pronto surge un legítimo culto popular hacia el descendiente araucano y la ermita que guarda sus restos se convierte en meta de numerosas peregrinaciones.
El 24 de setiembre de 1944, en Roma, se inicia el proceso de beatificación
.....
El 11 de noviembre de 2007 es beatificado en Chimpay:
CEFERINO NAMUNCURA , HIJO DE DIOS Y HERMANO DE TODOS

Oración:
Señor Jesús,
te damos gracias por haber llamado a la vida y a la
de fe al peñi Ceferino, hijo de los pueblos originarios
América del Sur.
Él, alimentándose con el Pan de Vida, supo
responderte, con un corazón entero, viviendo
siempre como discípulo y misionero del Reino.
Él quiso ser útil a su gente, abrazando tu
Evangelio
y tomando cada día su cruz para seguirte
en los humildes hechos de la vida cotidiana.
Te pedimos por su intercesión que te acuerdes
de los que todavía peregrinamos en este mundo
(pedimos en silencio las intenciones que cada uno
trae en el corazón)
Que también nosotros podamos aprender de él:
su amor decidido a la familia y a la tierra,
la entrega generosa y alegre a todos los
hermanos,
su espíritu de reconciliación y comunión.
Para que un día celebremos
junto a él y todos los santos
la Pascua eterna del cielo.
Amén

         Claudio Senas
         Creador de los Amigos de Ceferino Namuncurá

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