12 agosto 2010

John Powell, S.J., profesor

John Powell, S.J., profesor de la Loyola University de Chicago, escribe con relación a un alumno de su curso de Teología de la Fe, llamado Tommy.

Hace alrededor de doce años atrás, yo estaba de pie, en medio del aula, esperando mientras mis alumnos entraban para la primera clase de Teología de la Fe.
Aquel fue el primer día que ví a Tommy.
Tanto mis ojos como mi mente pestañearon al verlo. El estaba arreglando sus muy largos y rubios cabellos, que llegaban unos veinte centímetros por debajo de sus hombros.
Aquella era la primera vez en que yo veía un joven con cabellos tan largos.
Creo que estaban comenzando a ponerse de moda.
Dentro de mí, yo se que lo que vale no es lo que está sobre la cabeza sino lo que está dentro de ella, pero aquel día yo no estaba preparado y mis emociones me confundieron.
Inmediatamente clasifiqué a Tommy con una "E" de extraño... muy extraño.
Tommy terminó mostrándose como el "ateísta de turno" en mi curso de Teología de la Fe.
Constantemente, él hacia objeciones, bromas o se lamentaba de la posibilidad de existir un Dios Padre que nos amase incondicionalmente.
Convivimos en relativa paz uno con el otro por un semestre, sin embargo yo tenia que admitir que a veces él era un estorbo cargado a mis espaldas.
Cuando en el fin de curso Tommy se aproximó para entregar su examen final, me preguntó en un tono ligeramente cínico: "Usted cree que yo pueda encontrar a Dios algún día?"
Inmediatamente yo me decidí por una terapia de choque.
"No!", respondí enfáticamente.
"Ah!", respondió él, "yo pensé que ese era el resultado que el señor estaba intentándonos obligar a aceptar".
Yo dejé que el diese unos cinco pasos fuera del aula y grité para él: "Tommy, yo no creo que usted consiga encontrar a Dios, pero tengo la absoluta certeza de que El lo encontrará"
El se dio vuelta, y salió del aula y de mi vida.
Yo permanecí ligeramente decepcionado ante la idea de que él no hubiese escuchado mi frase tan inteligente: "El lo encontrará".
Por lo menos yo pensé que era inteligente....
Mas tarde me enteré que Tommy se había graduado y quedé especialmente aliviado; después, una noticia triste: supe que Tommy estaba con un cáncer terminal.
Antes que yo pudiese ir en su búsqueda, él vino a verme.
Cuando entró en mi oficina, reparé que su físico había sido desvastado por la enfermedad y que los cabellos largos habían caído por completo como resultado de la quimioterapia.
Pero sus ojos estaban brillantes y su voz sonaba firme, por primera vez en la vida, creo yo.
"Tommy, he pensado tanto en usted! Oí decir que estaba enfermo!", disparé.
"Ah, es verdad, estoy muy enfermo. Tengo cáncer en ambos pulmones. Ahora es una cuestión de semanas".
"Usted puede hablar respecto de eso, Tom?".
"Claro, que es lo que usted quisiera saber?".
"Cómo es tener apenas veinticuatro años y estar muriendo?"
"Creo que podría ser peor".
"De qué manera?".
Bueno, así como tener cincuenta años y no tener noción de valores o ideales, así como tener cincuenta años y pensar que bebida, mujeres y dinero son las cosas verdaderamente "importantes" en la vida.
Comencé a buscar en mi archivo mental la letra "E" donde yo había clasificado a Tommy como "extraño".
(Parece que todas las personas que intento rechazar de mi vida con mis clasificaciones, Dios me las manda de vuelta como para enseñarme un lección).
"Pero la razón por la cual realmente vine a verlo", dijo Tom, "fue la frase que usted me dijo en el último día de clases".
(El se acordaba!) Tom continuó.
"Yo le pregunte a usted si creía que yo encontraría a Dios algún día y usted respondió, NO!', lo que me sorprendió.
En seguida, usted dijo, 'Pero El lo encontrará'.
Yo pensé un poco al respecto de aquella frase, sin embargo, en aquella época yo no pensaba mucho en buscar a Dios.
(Mi frase "inteligente". El había pensado mucho al respecto).
Pero cuando los médicos quitaron ese nódulo de mi ingle y me dijeron que era un tumor maligno, entonces comencé con más seriedad la búsqueda de Dios.
Y cuando la enfermedad se esparció por mis órganos vitales, yo comencé, realmente, a dar golpes desesperados en las puertas de bronce del paraíso.
Pero Dios no apareció.
En realidad, nada sucedió.
Usted ya intentó hacer alguna cosa por un largo período de tiempo, sin éxito? la persona queda psicológicamente saturada, cansada. Y entonces, desiste.
Un día, desperté y en vez de gritar auxilio por encima de un alto muro de ladrillo detrás de donde Dios podía o no estar, simplemente desistí.
Yo decidí que de hecho no me importaba... ni Dios, ni una vida eterna o cualquier cosa parecida.
Y decidí gastar el tiempo que me quedaba haciendo alguna cosa más provechosa.
Yo pensé en usted y sus clases y recordé otra cosa que el señor decía: "La tristeza más profunda, esencial, es pasar por la vida y dejar este mundo sin jamás haber dicho a las personas que usted amó que usted las había amado."
Entonces comencé por la persona más difícil: mi padre.
El estaba leyendo el periódico cuando me acerque. 'Papá'.... 'Si, que pasa?' Pregunto él sin bajar el periódico.
¡Papá, me gustaría conversar contigo'.
'Entonces, habla'.
'Es un asunto muy importante!'.
El periódico descendió unos centímetros lentamente.
'Que sucede?.
'Papá, yo te amo. Yo solo quería que tu supieras eso'.
Sonriéndome, Tom dijo con una satisfacción evidente, como él sintió una alegría cálida y secreta fluyendo dentro de sí "el periódico cayó al piso y mi padre hizo dos cosas que yo no recuerdo haberlo visto hacer jamás. El lloró y me abrazó".
Y conversamos durante toda la noche, aunque el tuviese que ir a trabajar en la mañana siguiente.
Fue tan bueno poder sentirme junto a mi padre, ver sus lágrimas, sentir su abrazo, oírlo decir que me amaba.
Fue más fácil con mi madre y con mi hermano más pequeño. Ellos lloraban conmigo también y nosotros nos abrazamos y comenzamos a hablar de cosas realmente buenas unos para los otros. Hablamos sobre las cosas que habíamos mantenido en secreto por tantos años.
Yo sólo lamenté una cosa: que hubiese esperado tanto tiempo.
En aquel momento yo estaba apenas comenzándome a abrir con todas las personas con las cuales me sentía ligado.
Entonces, un día, yo me volví y allí estaba Dios.
El no vino a mi encuentro cuando yo le imploré.
Yo creo que el actuó como un domador de animales, que asegurando un aro dice: 'Vamos, salta! Yo te doy tres días... tres semanas'.
Aparentemente Dios actúa a su modo y a su tiempo.
Pero lo que es importante es que EL estaba ahí. El me encontró. Usted estaba en lo cierto.
El me encontró, aún después de que yo hubiese dejado de buscarlo, de procurar por El".
"Tommy," dije yo casi como sentencia, "yo creo que lo que usted está diciendo es una cosa mucho más importante y mucho más universal de lo que usted se puede imaginar.
Para mi, por lo menos, usted esta diciendo que la manera más real, más cierta de encontrarse con Dios, no es hacer de El un bien personal, una solución para los propios problemas o un consuelo instantáneo en tiempos difíciles, pero sí El se vuelve disponible para el amor.

El apóstol Juan dijo esto:"Dios es Amor, y aquel que vive en el amor vive con Dios y Dios vive con él."
Tom, puedo pedirle un favor? Usted sabe que cuando fue mi alumno, usted me dio mucho trabajo. Pero, (riéndome) ahora usted puede recompensarme por todo aquello.
Usted vendría a mi clase de Teología de la Fe y le contaría a mis alumnos lo que me acaba de contar?
Si yo les contase la misma historia, no calaría tan profundo en ellos".
Oooh........ yo estaba preparado para venir a verlo, pero no sé si estoy preparado para enfrentar a sus alumnos"
Tom, piense en esto. Si usted se siente preparado, me llama".
Algunos días después, Tom me telefoneó y me dijo que hablaría para mis alumnos, que él quería hacer aquello por Dios y por mí.
Entonces combinamos una fecha.
Pero el no pudo venir.
El tenía otro encuentro mucho más importante que aquel con mis alumnos y conmigo.
Es claro, que su vida no terminó realmente con su muerte, solamente se transformo.
El había dado el gran paso de la Fe para la Visión.
El fue al encuentro de una vida mucho más bonita de lo que
los ojos humanos jamás vieron o de lo que los oídos humanos jamás oyeron o de lo que la mente humana jamás imagino.
Antes de morir, todavía conversamos una vez más.
"No voy a estar en condiciones de hablar con sus alumnos", el me dijo"
"Ya lo se, Tom".
"Usted hablaría con ellos por mí? Usted hablaría.... con todo el mundo por mí?"
"Voy a hablar, Tom. Voy a hablar con todo el mundo. Voy a hacer lo mejor que pueda".
Entonces, a todos ustedes que fueron tan buenos y pacientes de escuchar esta declaración de amor tan simple, gracias por hacerlo. 
Y a usted, Tommy, donde quiera que esté, en las colinas verdes y soleadas del paraíso: yo hablé con todo el mundo.... del mejor modo que yo conseguí". 

Y si esta historia significa alguna cosa para usted.... "los amigos son el medio por el cual Dios cuida de nosotros"
Deseo a todos mis amigos una vida plena de luz

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