Llegó la mañana del día nublado
con mucha tristeza sobre la neblina
había llorado el sauce en la noche
y todo su llanto cayó sobre el día.
Fue noche, la noche, sopló un viento frío
sobre la pradera las flores murieron
cuando sin la luna, sin suerte, sin todo
el último sueño quedó sin sentido.
Y yo, sollozaba, muy solo, muy quieto,
sin una mirada, sin alguien, sin nadie
subí lentamente la cuesta escarpada
con los pies descalzos y el alma en tinieblas.
Después la esperanzas regresó contigo,
cuando sin pensarlo te nombré sin verte.
Recordé palabras de mi madre buena
que un día me dijo "El" está contigo....
"Pide por su Cruz y por sus espinas
que no te abandone en ningún peligro
y tiende tus brazos hacia aquel madero
que fue para el hombre, verdad y sendero.
Recuerda, hijo mío "Él está contigo...."
Elvira D'Angelo
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