Casaretto –quien dio en su momento un apoyo clave tanto al plan Jefes y Jefas de Hogar como a la Asignación Universal por Hijo– matizó mucho su opinión sobre el proyecto del diputado oficialista Héctor Recalde, impulsado por la CGT y resistido por el empresariado.
"No puedo estar ni a favor ni en contra, pero debe ser parte de un objetivo más amplio que excede el ámbito sindical y empresarial, y tener una mirada sobre la situación de pobreza y exclusión social", puntualizó. Por eso, “no sé si es la medida que en este momento necesita la Argentina".
En declaraciones al diario El Litoral de Santa Fe, Casaretto. "Si (la eventual ley) va a significar nada más que un beneficio para las personas que están en blanco sin que se tomen en cuenta a los que están en negro, habría que pensarlo bien", insistió. Y subrayó que ante casi el 40% de empleados en negro, "la prioridad en este momento es el trabajo en blanco para todos".
Recalde señala que su proyecto tiene un artículo que contempla la situación de los trabajadores en negro. Pero parece claro que ello no contenta a sectores de la oposición –y, por lo visto, tampoco a Casaretto– que vienen reclamando una solución. Por otra parte, la Doctrina Social de la Iglesia acepta la posibilidad de la participación de los trabajadores en las ganancias, pero bajo ciertas condiciones. Además, debe compaginarse con la realidad de cada país.
Casaretto hizo otras consideraciones sobre la marcha del país: "En este momento el desafío es cómo aprovechar el viento económico a favor para que esto se traduzca en respuestas integrales".
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