“Quédate Señor, porque anochece, fue el ruego de los Apóstoles en el camino de Emaús. Pero también puede ser el pedido de un hombre a otro. No deberíamos desoírlo. No deberíamos pensar sólo en nuestra propia noche. Acompañar a nuestro hermano en sus urgencias, en sus desasosiegos, en sus necesidades, es también ilumina...r nuestros anocheceres”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario